|
GLOSARIO
Acido del Diablo
Mezcla de diferentes
sustancias ácidas de concentración variable utilizado con fines criminales
AINES Drogas
antinflamatorias no Esteroideas
Aloinjerto
Otro Término para Homo injerto
Apósito Biológicos
Sustituto de piel que viene de otra especie animal
Autoinjerto Tejido
removido desde una parte del cuerpo del paciente y colocado en otra parte.
En quemaduras usualmente se refiere a la piel, aunque el término se aplica a
cualquier tejido
Carboxihemoglobina
Hemoglobina unida a monóxido de carbono en vez de oxígeno o dióxido de
carbono .Su presencia sugiere lesión inhalatoria (<10%). Si la erradicación
de monóxido de carbona se obtiene con oxigeno al 100% a alto flujo
Colonización
Usualmente se refiere al
crecimiento de bacterias en las quemaduras. Esta ocurre a pesar de las
medidas de control por auto contaminación o por causas iatrogénicas. Las
quemaduras que no presentan signos de infección se definen como conteo
cuantitativo de bacterias menor a 105
*ufc
x g de tejido quemado.
* unidades
formadoras de colonias
Dermis Capa interna
de la piel en intimo contacto con las estructura subcutáneas. Todas las
estructuras tegumentarias (glándulas sudoríparas , folículos pilosos, etc.)
crecen en esta capa. Quemaduras a la dermis producirán un herida que curará
espontáneamente pero con resultados inaceptables sin intervención quirúrgica
Flujómetro Doppler
Instrumento diagnóstico que emite ondas ultrasónicas al cuerpo reflejándose
la onda en las estructuras mientras se mueven y cambiando así su frecuencia.
El efecto Doppler detecta esta señal e interpreta si el flujo es adecuado o
no, como por ejemplo, el flujo sanguíneo.
Empirismo Método
basado únicamente en la experiencia, las ideas y los sentidos sin que exista
ninguna fundamento científico comprobado para su aplicación.
Epidermis Capa
externa de la piel, compuesta de cinco estratos. Provee una barrera contra
la evaporación de líquidos corporales, penetración de bacteria y elementos
nocivos del medioambiente. Quemaduras a esta capa puede presentarse con
eritema y / o ampollas (flictenas) |
Escarotomía Las proteínas
desnaturalizadas que resultan luego de una quemadura severa es inelástica y
puede causar un efecto de torniquete a cualquier parte del cuerpo, si estas
son circunferenciales, requiriendo liberación de la escara para restaurar
circulación. La escisión quirúrgica a través del tejido es necesario para
evitar daños vasculares periféricos en estas partes del cuerpo
Espesor Parcial Término que se refiera a la
profundidad de la quemadura. Se refiere a lesiones de sólo parte de la
dermis. Las lesiones de espesor parcial superficial comprenden heridas de 1°
y 2° grados.
Escisión Término equivalente a
debridamiento. En quemaduras se aplica a la remoción química o mecánica
quirúrgica de la herida quemadura necrótica. Esta puede ser temprana si se
realiza en los primeros 5 días post-quemadura, tardía luego de 21 días y
diferida si se realiza entre 7 y 21 días postquemadura
Escisión Fascial Remoción quirúrgica de todo
tejido hasta la aponeurosis que rodea al músculo (fascia) incluyendo las
capas de tejido, graso. Usualmente utilizada para la remoción y subsiguiente
injerto en pacientes con grandes quemaduras
Escisión Tangencial Remoción de tejido
desvitalizado por planos seriados hasta obtener un lecho de la herida con
sangrado puntiforme, permite cosmésis y durabilidad optima
Heteroinjerto Otro término para xenoinjerto
Homo injerto Tejido tomado de un ser humano
y colocado en otro ser humado. Usualmente se obtiene de donaciones de
órganos en cadáveres, aunque puede ser tomado de otra persona viviente. En
quemaduras, usualmente se refiere a la piel
Injerto Mallado Método de expansión de la
piel mediante la perforación de la piel. Esto permite que el tejido pueda
ser expandido para cubrir hasta 9 veces su tamaño original. Estas
perforaciones permiten el drenaje de la herida sin interferir la toma y
curación del injerto
Injerto no Mallado Injerto en Lámina Método
de transplante de piel, donde la piel se remueve desde un lugar y se coloca
intacto sobre otro. Permite cósmesis y durabilidad, sin embargo, la
colección de líquido drenado demanda cuidado post-operatorios especiales
Marginación Usualmente se refiere a la
colocación quimiotáxica de leucocitos polimorfonucleares en la periferia de
áreas lesionas
Mioglobina Proteína especifica liberada por
destrucción de células musculares, relacionadas a mioglobina. Produce
decoloración micro / macroscópica de orina. |
Piel Artificial Producto
fabricado por el hombre para proveer cierre temporal de la piel, compuesto
de doble capa de colágeno bovino y una capa externa de silástico (INTEGRA)
Piel Sintética Materiales
fabricados por el hombre utilizados para proveer cierre temporal de la
herida. La Mayoría están compuesto por colágenos y otras sustancias
Primer Grado Se refiere a
lesión por quemadura superficial en que sólo se afecta la epidermis.
Usualmente producida por rayos ultravioletas (luz solar). Se presenta
eritematosa, dolorosa y ligero edema local, curación espontánea en 3 a 5
días.
Reanimación Reposición de
líquidos intravascular perdido durante la etapa temprana post-quemadura.
Puede llevarse a cabo con cristaloides y coloides
Ropa Comprensiva Confeccionada
a la medida, con tejido elástico. Útil para la prevención de cicatrizaciones
hipertróficas. Pacientes quemados deben utilizar ropa comprensiva hasta la
maduración completa de la cicatriz
Segundo Grado
Característicamente rojas o ampolladas. Producidas por contacto breve al
calor o con una fuente moderada de calor. Las superficiales curaran
espontáneamente sin hipertrofias y las profundas usualmente requerirán de
injertos de piel para optimizar los resultados
Tercer Grado Quemaduras de
mayor severidad, involucrando la totalidad de la epidermis y dermis.
Requiere injerto de piel si es mayor de 1cm de diámetro, produce efectos
sistémicos si es extensa Puede llevar a diferentes grados de amputación
Termocoagulación Se refiere a
la utilización de cauterio eléctrico en su modalidad de corte y coagulación
al mismo tiempo. Este método es preferido para realizar Escarotomías.
Xenoinjerto Tejido tomado de
una especie y aplicado a otra. Usualmente se refiere a piel de cerdo, pero
también puede ser de membrana amniótica no humana. |
|
ANEXOS Y REFERENCIAS
Composición de Cristaloides Comunes
Indice de Baux
Indice de Sobreviviencia de Tobiansen
Barreras de Control Infectológico
Deficiencias Nutricionales que Afectan la Cicatrización
Fases de Curación de las Heridas
Marco Referencial según Capítulos
|
Composición de Cristaloides Comunes en mEq x Litro
|
Nombre Genérico
|
Dextrosa
|
Na
|
Cl
|
K
|
Ca
|
Lactato
|
Mg
|
Acetato
|
Kcal x litro
|
DEXTROSA
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
D-5% en agua
|
5%
|
|
|
|
|
|
|
|
200
|
D-10% en agua
|
10%
|
|
|
|
|
|
|
|
400
|
D-50% en agua
|
50%
|
|
|
|
|
|
|
|
2000
|
MIXTOS
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
D-5% ClNa 0.45%
D-5% ClNa 0.33%
D-5% ClNa 0.9%
|
5%
5%
5%
|
77
56.5
154
|
77
56.5
154
|
|
|
|
|
|
200
200
200
|
SALINOS
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
ClNa 0.9% en agua
|
|
154
|
154
|
|
|
|
|
|
|
ClNa 0.45% en agua
|
|
77
|
77
|
|
|
|
|
|
|
RINGER
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Ringer Lactato*
|
|
130
|
11
|
5.4
|
2.7
|
27
|
|
|
|
Ringer Lactato en D-5%*
|
5%
|
130
|
11
|
5.4
|
2.7
|
27
|
|
|
200
|
Solución Electrólitica
|
XILITOL
2.5%
|
100
|
9
|
18
|
4
|
|
6
|
38
|
100
|
*Lactato de Ringer según Hartmann
|
Cálculo para determinar el Indice de Gravedad en Pacientes Quemados
[Indice de Baux]
|
PARA OBTENER PUNTUACIÓN:
Gravedad = Extensión en % de SCQ x Profundidad + Factor de Corrección
**Factor de Corrección = 10 puntos hasta los 16 años de edad cumplidos
Luego, 10 puntos adicionales por cada 10 años (en los rangos de edades) a partir de los 17 años.
Factor de Corrección; Puntos por rangos de edad*
|
Rangos de Edad
|
Puntos
|
0-16 años
|
10
|
17-27 años
|
20
|
28- 38 años
|
30
|
39-49 años
|
40
|
50-60 años
|
50
|
61 - 71 años
|
60
|
71 - 82 años
|
70
|
83 - 93 años
|
80
|
más de 94 años
|
90
|
* a) Los puntos por edad se asignan de acuerdo al valor puntual en cada rango de edad.
Ej.: 65 años corresponde a 60 puntos.
** b) Este cálculo en rango de edades es una modificación al cómputo original [10 años adicionales por cada 10 años cumplidos a partir de los 16 años] en un intento de nuestro servicio por definir la ambigüedad puntual planteada para aquellos pacientes cuyas edades no entraban en la escala de diez en diez años cumplidos. A lo sumo, la alteración en el resultado final derivada de esta modificación coloca la interpretación unos puntos por encima en algunos pacientes. Sin embargo, hemos observado, aún sujeto a comprobación, que los resultados, en términos de puntos, no alteran significativamente las interpretaciones ya que el pronóstico de severidad se mantiene cercano a su valor orignal cuanto lo comparamos con la tabla de sobrevivencia de Tobiansen.
Profundidad =
Superficial o 2° grado Superficial x 1
Intermedia o 2° grado Profundo x 2
Profunda o 3° grado x 3
EJEMPLO: Quemadura de 40% SCQ de 3° grado y edad 24 años (factor de corrección edad = 20 puntos)
Indice de Baux = 40 x 3 + 20 = 140 Puntos (Quemadura Crítica)
|
Interpretación de los resultados del Indice de Baux*
|
PUNTOS
|
TIPO DE QUEMADURA
|
TIPO DE SECUELA
|
0 a 40
|
Leve
|
Ligera secuela estética
|
41 a 70
|
Moderada
|
Secuela estética con leve alteración funcional
|
71 a 100
|
Grave
|
Alteraciones funcionales severas
|
101 a 150
|
Crítica
|
Pérdida de parte anatómica
|
> 151
|
Mortal
|
|
* Estas interpretaciones sirven solamente como valor pronóstico y arrojan un estimado asociado a variables influyentes en los resultados finales del tratamiento. Le ofrecen al profesional una herramienta para asumir la severidad de una quemadura. Bajo ningún concepto definen políticas de tratamiento ni abandono de medidas terapéuticas. Criterios de futilidad de tratamiento y órdenes de no reanimar, están basados en un mayor número de variables y en aspectos éticos médicos y de jurisprudencia individual de un país determinado.
|
Índice de Sobrevivencia de Tobiansen*
|
Sexo
|
Masculino - 0 punto
Femenino - 1 punto
|
Edad/ años
|
Puntos
|
0 - 20
|
1
|
21-40
|
2
|
41 - 60
|
3
|
61 - 80
|
4
|
81 - 100
|
5
|
Lesión Inhalatoria
|
1 punto
|
Quemaduras de Espesor Total (3° grado)
|
1 punto
|
% SCQ
|
Puntos
|
1 - 10
|
1
|
11 - 20
|
2
|
21 - 30
|
3
|
31 - 40
|
4
|
41 - 50
|
5
|
51 - 60
|
6
|
61 - 70
|
7
|
71 - 80
|
8
|
81 - 90
|
9
|
91 - 100
|
10
|
Puntaje
|
Amenaza de Muerte
|
% de Sobrevivencia
|
% Riesgo de Mortalidad
|
2 -3
|
Baja
|
> 99%
|
< 1%
|
4 - 5
|
Mediana
|
98%
|
2%
|
6 - 7
|
Mediana Seria
|
80 - 90%
|
10 - 20%
|
8 - 9
|
Severa
|
50 - 70%
|
30 - 50%
|
10 - 11
|
Grave
|
20 - 40%
|
60 - 80%
|
12 - 13
|
Muy Grave
|
< 10
|
> 90%
|
Sumar los puntos de acuerdo a la ocurrencia de variables en esta tabla y se interpreta según la amenaza de muerte y/o sobrevivencia
|
* Estas interpretaciones sirven solamente como valor pronóstico y arrojan un estimado asociado a variables influyentes en los resultados finales del tratamiento. Le ofrecen al profesional una herramienta para asumir la severidad de una quemadura. Bajo ningún concepto definen políticas de tratamiento ni abandono de medidas terapéuticas. Criterios de futilidad de tratamiento y órdenes de no reanimar, están basados en un mayor número de variables y en aspectos éticos médicos y de jurisprudencia individual de un país determinado.
|
Barreras de Control Infectológico
medidas de control para evitar contaminación cruzada en pacientes quemados
|
Precauciones Universales
Propósito
Para controlar la transferencia de microorganismos que puede llevar a infección y colonización por parte del personal y del mismo paciente o por contacto directo de la herida y artículos altamente contaminados, tales como, vendajes, esputos, etc.
Para prevenir contacto entre microorganismos potencialmente patógenos y pacientes con resistencia inmunológica
|
Criterios
Todos los pacientes con quemaduras mayores de 15% SCQ profunda o sin injertar o con enfermedades, tales como, disfunción pulmonar que lo hacen propenso a infecciones.
Todos los pacientes con heridas groseramente infectadas
Todos los pacientes con quemaduras de espesor parcial o total o quemaduras tratadas por método abierto hasta que curen o sean injertadas
|
Especificaciones (Barreas de Control contra contaminación cruzada)
El paciente debe admitirse en una habitación aislada
La enfermera que da cuidados directos debe:
- Vestir pijamas quirúrgicos todo el tiempo
- Lavarse manos y brazos completos con jabón bactericida al inicio de
cada turno
- Lavarse las manos antes de entrar a la habitación y al salir, los brazos sólo si entran en contacto con objetos contaminados
- Llevar gorro, mascarilla, guantes y bata de aislamiento.
Todo personal de apoyo médico y paramédico que entra a la habitación:
- Lavarse las manos al entrar a la habitación
- Llevar gorro, mascarilla, guantes y bata de aislamiento; dejar estas dentro de la habitación.
Todo visitante debe seguir estas reglas o cualquier otra instrucción
Instrumentos y materiales deben ser desinfectados utilizando agentes adecuados Equipos médicos y menaje, deben ser lavados con desinfectantes antes de salir de la habitación
|
Deficiencias Nutricionales que Afectan la Curación de la Herida*
(composición del suplemento nutricional)
|
Nutrientes
|
Requerimientos diarios para adultos sanos*
|
Efectos por deficiencia
|
Comentarios
|
Proteínas
|
0.8g x kg
|
trastorna todos los aspectos de la curación y defensas del huésped
|
1.5 a 2g x kg. Necesarios para la curación
|
Calorías
|
Reposo-1,500
Sedentario - 2,000
Muy activo- 3,500
|
Pérdida de masa muscular
|
Puede necesitar cinco veces esta cantidad para obtener balance nitrogenado positivo
|
Vitamina C
|
60mg
|
Inestabilidad del colágeno: Fuerza ténsil
|
No se almacena; puede ocurrir deficiencia rápidamente
|
Vitamina A
|
1,000mg
|
Epitelización, síntesis de colágeno, resistencia a la infección vía producción de macrófagos
|
Suplementación revierte los efectos de glucocorticoides
|
Vitamina B6
|
2mg
|
Síntesis Proteica
|
Colágeno/ fuerza tensil en animales de laboratorio
|
Vitamina B12
|
2mg
|
Síntesis Proteica
|
Colágeno/ fuerza ténsil en animales de laboratorio
|
Folato
|
200mg
|
Síntesis Proteica
|
Absorción en envejecientes
|
Zinc
|
15mg
|
Inmunidad, síntesis de colágeno
|
Curación luego de suplementación en deficiencia verdadera
|
*Fuente: American Medical Association. 1979. National Academy of Sciences, 1979
|
Fases de Curación de la Herida
|
Fase Inflamatoria
|
Clínicamente- se manifiesta por edema, eritema, calor y dolor
Celular/Molecular- actividad (vía plaquetas y macrófagos) incluye vasoconstricción y vasodilatación, liberación de quimiotáxicos y factores que promueven el crecimiento y emigración de neutrófilos, seguidos por macrófagos
Duración -3 días, típico
|
Fase Proliferativa
|
Clínicamente- manifiesta como tejido rojo de granulación, circunscrito por una fina capa epitelial que resulta en contractura de la herida
Celular/Molecular -incluye actividad de macrófagos. síntesis de colágeno, angiogénesis, contractura y epitelización.
Duración - Traspasa la fase inflamatoria y continua hasta la curación completa de la herida
|
Fase de Maduración
|
Clínicamente- se manifiesta como contractura de la cicatriz y palidez
Celular/Molecuar- actividad de remodelación de colágeno y regresión de los capilares
Duración- Inicia luego de producida la herida y puede continuar por varios años
|
REFERENCIAS
[citadas por capítulo]
|
1. Ortiez, Moncrief J
A., Tratado de Quemaduras, ed. Interamericana, S.A. de C.V., 1969, 2da.
edición, México.
2. Shumman L L,
History of Burn Care. In; Nursing Care of the Burn-Injured Patient,
Trofino R B, 1991: FA. Davis C 0., Philadelphia, Capítulo 1: 3-11.
3. Comunicación
Personal - Dr. Ivanhoe Báez Comme, Santo Domingo 1998.4. Comunicación
Personal - Dr. Miguel Angel Delgado Battle, Santo Domingo 1998.
|
5. Bendlin A, Benain
F, Linares H A, Tratado de Quemaduras, Nueva Editorial Interamericana,
1era. edición 1993, México
6. De los Santos C E,
Rivas F, Mortalidad y causas más frecuentes de Quemaduras en la Unidad de
Quemados «Pearl F. Ort» del Hospital Dr. Luis Eduardo Aybar. Act. Med. Dom:
1994: 16(1):1-4.
7. De los Santos C E,
Mejía J F, Pimentel R D et al, Problemática Planteada por las Quemaduras
eléctricas en la población admitida en la Unidad de Quemados «Pearl F. Ort»
del Hospital Dr. Luis Eduardo Aybar, UTESA, 1996, Tesis de Grado, Santo
Domingo.
8. De los Santos C E,
Agüero R, et al., Determinantes Epidemiológicos de Causas de Quemaduras en
Pacientes Adultos Ingresados en la Unidad de Quemados «Pearl F. Ort» del
Hospital Dr. Luis Eduardo Aybar, UASD, 1996, Tesis de Grado, Santo
Domingo.
9. Curreri P W,
Luterman A, Braun D W, et al., Burn Injury: Analisis of survival and
hospitalization time for 937 patients, Ann. , 192: 472- 478, 1980.
|
7. De los Santos C E,
Mejía J F, Pimentel R D et al, Problemática Planteada por las Quemaduras
eléctricas en la población admitida en la Unidad de Quemados «Pearl F. Ort»
del Hospital Dr. Luis Eduardo Aybar, UTESA, 1996, Tesis de Grado, Santo
Domingo.
10. Bryant W M, Wound
healing clinical symposium, Ciba Pharmaceutical Co., 29, 1977.
11. Burleon R, and
Eieeman B; Nature of the bound between partial-thickness, skin and wound
granulation, Surgery 722, 315-322, 1972.
12. Baxter C R,
Controversies in the Resuscitation of burn, Curr. Concepts therm. care, 5;
5-14, 1962.
13. Caldwell D T, Jr.,
and Bowser B H,: Critical evaluation of hypertonic and hypotonic solutions
to resuscitates severely burned children, Ann. Surg., 189; 546-552.
14. Carvajal H F,:
Acute Management of burns in children, South Med. J., 68; 129-131, 1973.
15. Carvajal H F, and
Linares, H A: Effect of burn depth upon edema formation and albumin
extravasation in rats, Burns, 7: 79-84, 1981.
16. Carvajal H F,
Linares H A, and Broubdhard B H,: Relationship of burn size to vascular
permeability changes in rats. Surg. Gynecol, Obstet., 147, 161-166, 1978.
17. Curreri P W,
Richmond D, Marvin J A et al., Dietary requirements of patients with major
burns, J. Am. Dietelt. Assoc.: 65, 415-419, 1974.
18. Monafo W W,
Inimical Management of Burns, The New Eng. J. of Med. 335(21): 1581-86,
1996.
|
2. Shumman L L,
History of Burn Care. In; Nursing Care of the Burn-Injured Patient,
Trofivo R B, 1991: FA. Davis C 0., Philadelphia, Capítulo 1: 3-11.
19. Lund C L, and
Browder N D; The estimation of areas of Burns, Surg. Gynecol. Obstert.,
78:352,1994.
20. Moritz A R,
Henríquez F C, Studies of thermal injury II, The relative importance of
time and surface temperature in the causation of cutaneos burns, Am. J.
Pathol. 1997; 23; 695-720.
21. Jackson D M, The
Diagnosis of the Depth Burning. Br. J. Surg., 1953, 40: 588-596.
|
22. National Center
for Health Statitics, Health, United States, 1990, Publication No. PHS
91-1232, Washington, D.C., Public Health Service; 1991.
23. Hunter G R, Chang
F C. Outpatient burns; prospective study. J. Trauma 1976; 16: 191-195.
24. Nance F C., Lewis
V L, Jr., Hines J L, Barnett D P., Oneill J A. Aggressive outpatient care
of burns, J. Trauma 1972; 12: 144 -146.
25. Rockwell W B,
Ehrlich, Shoukd burn blister fluid be evacuated?, J. Burn Care Rehabil 1990; 11: 93-95.
26. Heggers J P., Ko
F., Robson M., Craft K E. Evaluation of burn blister fluid. Plast. Recontr.
Surg., 1980; 65: 798-804.
27. Waymack J P,
Pruit B A, Jr. Burn Wound Care, Adv. Surg. 1990; 23:
28. Rauscher L A,
Ochs G M. Pre-hospital care of the seriously burned patient. In wachtel TL.,
Kahn V. Franks H A., Eds. Current Topics in Burn Care, Rockbille, MD.,
Aspen Systems, 1983, 1-9.
29. Haponik E. Smoke
Inhalation injury; some priorities for respiratory care professionals,
Resp. Care 1992; 37: 609.
30. Demburg R H.,
Burn Edema Part 1. Pathogenesis; J. Burn Care Rehab., 1982; 3: 138-148.
31. Hilton J G.,
Effects of fluid resuscitation on total fluid loss following thermal
injury. Surg. Gynecol. Obstet., 1981; 152: 441-447.
32. Majno G., Plaide
G E, Studies on Inflamation I, the effect of histaminte and serotonine on
vascular permeability., J. Cell Biology, 1961; 11: 571-578.
33. Majno G., Shea S
M., Leventhal M., Endotelial contractures induced by histamine type
mediadors, J. Cell Biologi, 1969; 42: 647-672.
34. Anggard E.,
Jonsson C E., Eflux of prostaglandins in lymph from scalded tissue. Acta
Physiol. Scand 1971; 81: 440-447.
35. Baxter C R,
Shires G T, Physical response to cristalloid resuscitation of severe burns.
Ann. NY Acad. Sci, 1968; 150: 874-894.
36. Herndon D N.,
Treatment of Burn in Children, Pediatric Clin, North Am; 32(5): 1985.
37. Hall K V N,
Sorensen B., The treatment of burn shock, results of a five years
randomized, controlled clinical trial of Dextran 70 vs. Ringer Lactate
solution, Burns, 1978; 8: 107-112.
38. Jelenko C O.,
Wheeler M L., Calloway B D, et als., Use of hypertonic albumin containing
fluid demand regimen in resuscitation, Studies in shock and resuscitation
I.
39. Monafo W W., The
treatment of burn shock by the intravenous and oral administration of
hypertonic lactate saline solution, J. Trauma, 1970; 10: 575-586.
|
40. Herndon D N, et
al. Desai M H., Abston S, Residents' manual, Galveston: Shriners Burns
Institute and the University of Texas Medical Branch, 1992, 1-17.
41. Herndon D N,
Carvajal, H F, Curreri P W, The management of burns in children. In: The
body fluids in pediatric. R W Winters, ed. Little Brown Co. 1983, pub.
Boston.
42. Tomado del manual
de normas medicas de la Unidad de Quemados «Pearl F. Ort» del Hospital Dr.
Luis Eduardo Aybar, 1993, Santo Domingo, D.N.
|
43. Teplitz C, The
pathology of burns and fundamentals of burn wound sepsis in: Artz C P,
Moncrief J A., Pruit B A, Jr., Burns; A term Approach. Philadelphia; WB.
Saunders Co. 1979. 45-94.
44. Robson M C,
Quantitative bacteriology and the burned patient; In: Heggers J P., Robson
M C, eds. Quantitative Bacteriology its role in the Armamentarium of the
Surgeon, Boca Raton, Fl. CRC Press 1991, 97- 108.
45. Robson M C.,
Bacterial control in the burn wound, Clin. Plast. Sugr 1979, 6(4):
515-522.
46. Robson M C.,
Krizek T S., Predicting skin graft survival, J. Trauma, 1973; 13(3):
213-217.
47. Robson M C., Burn
sepsis, Crit. Care Clin., 1988; 4(2): 281-289.
48. Heggers J P., The
use of antimicrobial agents, In: Krizek T J., Robson M C., eds. Clinics in
Plastic Surgery. Philadelphia PA., WB Saunders co. 1979, 6: 545-551.
49. Heggers J P.,
Sazy J A., Stenberg B D. et. Al., Bactericidal and Wound healing
properites of sodium hypohlorite, J. Burn Care Rehabil. 1991; 12: 420-424.
50. Moncrief J A.,
The status of topical antibacterial therapy in the treatment of Burns.
Surger; 1968; 63: 862.
|
51. Waymack J P.,
Herndon D N., Nutritional support of the burned patient. World Journal of
Surgery, 1992; 16: 80-86.
52. Curreri P W,
Richmond D., Marvin J., Baxter C R., Dietary requirements of patients with
major burns. J. Am. Diet. Assoc., 1974; 65: 415-417.
53. Long C L., Energy
expenditure of major burns, J. Trauma, 1979; 19: 904-906.
54. Hildreth M A.,
Carvajal H F., Caloric requirements in burned children, a simple formula
to estimate daily caloric requirements, J. Burn Care Rehabil, 1982; 3:
78-80.
55. Hildreth M A.,
Herndon D N., Desai M H., Duke M A., Caloric needs of adolescent patients
with burns, J. Burn Care Rehabol, 1989; 10: 523- 526.
56. Kagan R J.,
Gottschlich M M., Jenkins M E., Nutritional support in the burned patient
in: Robin A P de. Probl Gen Surg 1991, 8, 57-75.
57. Herndon D N.,
Barrow R E, Kunkel K R, Broemeling L D, Rutm R L., Effects of recombinant
human growth hormone on donor site healing in severely burned children,
Ann. Surg., 1990;: 414-421.
|
58. Heimbach D M.,
Engrav L E., Surgical management of the Burn Wound, New York, Raven Press,
1984.
59. Poulsen T P.,
Freund K G., Anendrup K., Nyhuss P., Pedersem O D., Polyurethane film
(Opsite®) vs. Impregnated gauze (Jalonet®) in the treatment of outpatient
burns, randomized study. Burns Incl. Therm. Inj., 1991; 17: 59-61.
60. Experiencia
Personal.
61. Janzekovic Z A.,
New concept in the early excision and immediate grafting of burns, J.
Trauma, 1970; 10: 1103-1108.
62. Munster A M.,
Smith-Meck M., Sharley P., The effect of early surgical intervention on
mortality and cost-effectiveness in burn care, 1978- 1991, Burns, 1974:
20(1): 61-64.
63. Edstrom L E.,
Robson M E., Macchiaverna J R., Scala A D., Prospective Randomized
treatments for burned hands; nonoperative vs. operative, Scand J. Plast.
Reconstr. Surg., 1979; 13: 131-135.
64. Aleznder J W.,
Macmillan B G., Law E., Kittur D S., Treatment of severe burns with widely
meshed skin autograft and mesehed skin allograft overlay, J. Trauma, 1981;
21(6): 433 438.
65. Thompson P.,
Herndon D N., Abston S., Rutan T., Effect of early excision on patients
with major thermal injury, J. Trauma, 1987, 27(2): 205-207.
66. Herndon D N.,
Barrow R E., Rutan R L., Rutan T C., Desai M H., Abston S., A comparison
of conservative versus early excision therapies in severly burned patients,
Ann. Surg., 1989; 209: 547-553.
67. Sheridan R l.,
Hagarty M T., Tompkins R G., Burk J F., Artificial skin invasive burns;
results in ten years, Br. J. Plast. Surg., 1984; 17: 94-97.
68. Cuomo C., Langdon
R., McGuire J., Use of cultured epidermal autografts and dermal allografts
as skin replacement after burn injur, Lancet, 1986; 1: 1123-1124.
|
69. Converse J M.,
McCarthy J G., Dorkousky M. et al., Facial Burns in: Converse JM., ed.
Philadelphia, WB. Saunders CO., 1977: 1595-1642.
70. Edstrom L E.,
Robson M C., Management of deep partial-thickness dorsal hands burns:
study of operative therapy vs. non operative therpay, Orthop. Rev., April
1979; 8: 27-33.
71. Palleta F M.,
Surgical management of the burned scalp, Clin. Plast. Surg., 1982; 9: 167.
72. Alghanem A A.,
McCauley R L., Robson M C., Rutan R L., Herndon D N., Management of
pediatric perineal and genital burns; twnety years review, J. Burn Care
Rehabil. 1990; 11: 308-311.
73. Garner W L.,
Smith D J., Reconstruction of burns of the trunk and breast, Clin. Plast.
Surg., 1992; 19: 683-691.
|
74. Herndon D N.,
Thompson P B., Traber D L., Pulmonary injury in burned patients, Crit.
Care Clin., 1985; 1: 79-96.
75. Goldbaun L R.,
Orellano T., Dexgal E., Mechanism of the toxic action of carbon monoxide,
Ann. Clin, Lab Sci, 1976; 6: 372-376.
76. Einhorn I N.,
Physiological and toxicological aspects of smoke produced during the
combustion of polymeric materials, Environ Health Perspect, 1975; 11:
163-184.
77. Thompson P B.,
Herndon D N., Traber D L., Abston S., Effect of mortality of inhalation
injury, J. Trauma, 1986; 26: 163-165.
78. Herndon D N.,
Traber L D., Linares H. et al., Etiology of the pulmonary pathophysiology
associated with inhalation injury, Resuscitation, 1986; 14: 43-54.
79. Pruitt B A.,
Cioffi W G., Shimazu T., Ikeuchi H., Mason AD., Evaluation and management
of patients with inhalation injury, J. Trauma, 1990; 30: 563-568.
80. Chark W R.,
Bonaventura M., Myers W., Smoke inhalation and airway management at a
regional burn unit; 1974-1983, Part 1: Diagnosis and consequences of smoke
inhalation, J. Burn Care Rehabil., 1989; 10: 52-62.
81. Shirani K Z.,
Pruitt B A, Jr., Mason A D., The influence of inhalation injury and
pneumonia on burn mortality, Ann. Surg., 1987; 205: 82-87.
|
82. Esses S I.,
Petors W J., Electrical Burns; Pathophysiology and complications, Can. J.
Surg., 1981; 24: 11-14.
83. Mann R J.,
Wallquist J M., Early descompression fasciotomy in the high voltage
electrical injury of the extremities, Scand Med. J., 1985;68: 1103-1108.
84. Sachatello C R.,
Stephenson S E., High voltage burns, Am. Surg., 1965;31: 807-813.
85. Walsh M B.,
Miller S L., Kagen L J., Myoglobinuria in severely burned patients;
correlations with severity and survival, J. Trauma; 1982; 22:6-10.
86. Barison A S.,
Graziani M G., Rigotti G. et al, B2- Mioglobinuria and renal dysfunction
in burn patients, Burns, 1988; 14: 369-372.
87. Mozingo D W.,
Smith A D., McManus W T., Pruitt B A., Mason A D., Chemical Burns, J.
Trauma, 1988; 28: 642-647.
88. Mistay D.,
Wainwright D., Hydrofluoric acid Burns, Am. Fam. Physician, 1992; 45(4):
1748-1754.
89. Summerlin W T.,
Walder A I., Moncrief J A., White Phosphorus burns and masive hemolysis,
J. Trauma, 1967; 7: 476-484.
|
90. Crowley K.,
Phelan D., Septicaemia and the prevention of multiorgan failure, the
intensive care perspective. Br. Med. J., 1990; 83: 121-124.
91. Messahel F M.,
Seraj M A., Mortality in the surgical intensive care unit - the role of
sepsis and organ failure, Middle East J. Anesthesiol., 1984;10: 299-305.
92. Parrillo J E.,
Parker M M., Natanson C., et al., Septic shock in humans, Advances in the
understanding of pathogenesis cardiovascular dysfunction and therapy, Ann.
Intern. Med., 1990; 113: 227-242.
93. Augsten T R.,
Chen M K., Flynn T C., Souba W W., The effect of endotoxin on the
splanchnic metabolism of glutamine and related substrates, J. Trauma,
1991; 31: 742-751.
94. Carter E A.,
Tompkins R G., Burke J F., Hepatic and intestinal blood flow following
thermal injury, J. Burn Care Rehabil., 1988; 9: 347-350.
95. Tryba M.,
Prevention of stress bleeding with ramitidine or pirenzepine and the risk
of pneumonia, J. Clin. Anesth., 1988; 1: 12-20. 96. Maekins J L., Marshall
W., The gastrointestinal tract, the «motor» of MOF, Arch. Surg., 1986;
121: 197-201.
96. H.Q. Ding, B.J.
Zhou, L. Liu and Cheng., Oxidative stress and metatallothioneim expressión
in the liver of rats with severe thermal injury. Burns, 2002 vol 28 No3
215-221
97. Banks R O.,
Gallavan R H., Zinmer M H., et al., Inactive agents in control of the
mesenteric circulation, Fed Proc., 1985; 44: 2743-2749.
98. Fry D E.,
Pearlstein L., Fulton R L., Polk H C.,Jr., Multiple Organ Failure, the
role of uncontrolled infection,
Arch. Surg., 1980; 115:136-140.
99. Marshall J C.,
Lee C., Meakins J L., Michael R P., Christow N V., Kupffer cell modulation
of the sistemic inflamatory response, Arch. Surg., 1987;122: 191-196.
100. Rodriguez J L.,
Miller C G., Garrer W L., et al., Correlations of the local and sistemic
cytokine response with clinical outcome following thermal injury, J.
Trauma, 1993; 34: 684-694.
101. Suffrendi N F.,
Fromm R E., Parker M M. Et al., The cardiovascular response of normal
humans to the administration of endotoxins, N. Engl. J. Med., 1989; 321;
280-287.
102. Alexander J W.,
Boyce S T., Babcock G F., et al., The process of microbial translocation,
Ann. Surg., 1990; 212: 496-510.
103. Eklund J.,
Studies on renal function in burns II early signs of impaired renal
function in lethal burns, Acta Chir Scand,, 1970;136; 735-740.
104. Henderson L W.,
Besarab A., Michaels A., Bluemle L W., Jr., Blood purification by
ultrafiltration and fluid replacement (diafiltration), Trans. Am. Soc.
Artif. Inter. Organs, 1967; 12: 216-222.
105. Sasaki T M.,
Welch G W., Herndon D N., et al. Burn wound manipulation induced
bacteremia, J. Trauma, 1979; 19(1):46-48.
106. Stein J M.,
Pruitt B A., Jr. Suppurative trombophlebitis a lethal iatrogenic disease,
N. Engl. J. Med. 1970; 282: 1452-1455.
107. Sheth N K.,
Frnason T R., Rose H D., et al., Colonization of bacteria on polyvinil
chloride and teflon intramuscular catheters in hospitalized patients, J.
Clin. Microbiol., 1983;18:1061-1063.
|
108. Hegger J P.,
Linares H A., Edgra P., Villareal C., Herndon D N., Treatment of infection
in Burns in: Total Burn Care, ed. David N. Herndon, 1997, WB Saunders Co.;
115-116.
109. Wolf S L.,
Morphological functional considerations for therapeutic exercise In:
Basmajian JV. ed. Therapeutic exercise, 4th. Edtion Baltimore, MD.
Williams and Wilkins, 1984, Chapter 2.
110. Ott S., McElroy
K., Alvarado M I., Evans E B., Calhorn J H., Treating Deformities via
Positioning and Splinting using skeletal suspensions and traction, and
with prosthetics and orthotics, In: Total Burn Care ed.Herndon D N., ed.
WB Saunders Co., 1997: 455-470.
111. Howell J W.,
Management of the acutely burned hand for the nonspecialized clinician,
Phys. Ther, 1989; 69(12):1077-1090.
112. Abston S., Scar
reaction after thermal injury and prevention of scars and scars
contractures, In: Boswick JA., ed. The Art and Science of Burn Care,
Rockville; Aspen Publishers, 1987, 360-361.
113. Gallagher J.,
Goldfarb W., Slater H., Rososky-Grassi M., Survey of treatment modalities
for the prevention and treatment of hypertrophic burn scars, J. Burn Care
Rehabil., 1990; 1(2): 118-120.
|
114. Orr P M., Burn
Prevention, In: Nursing Care of the Burn Injured Patient, Trofino R B. ed.
1991, FA. Davis Company, Philadelphia, Chapter 22.
115. Experiencia
Personal.
|
116. Achuer B (1993)
Atención del Paciente Quemados, editorial Manual Moderno, México
117. Aguilar G. (1989
Inserción del examen Psicológico en ambientes de trabajo no tradicionales,
Práctica de Psicología en una sala de medicina, Unidad de quemados del
Hospital de Niños Dr. Carlos Saenz Herrera, Costa Rica-
118. Alonso E.
(1978). Psicología Médica y Social. Editorial Paz Montalvo, Madrid
119. Arranz P.,
Carrillo de Albornoz. (1994) . Intervención psicológica en niños y adultos
afectados por SIDA. Psicología General Aplicada. 47 (2) Abril
120. Artetie AL, De
Nicolás L., Traumática importancia del afrontamiento constructivo (53),
marzo - abril
121. Ayuso J.,
Canillas L. (1992) Manual de Psiquiatría, Mc Graw Hill, España.
122. Beck A. (1979)
Cognocitive therapy of depression, Brunner/Mazel, New York
123. Bellak L. (1993)
Manual de Psicoterapia breve, intensive y de urgencia. Manual, Moderno,
México
124. Blazer D.
(1996). Severe episode of depression, I hate life: Long road to recovery.
The Am. J. of Psiq. Vol 153, No3.
125. Blimenfleid M.,
Schoeps M., (!1993) Psychological care of the burn and trauma patient,
Williams & Wilkins, Baltimore.
126. Mayer III WJ.,
and Blakeney PE., -Psiquiatric Disorder Associatd with burn injury: In
Herndon DN, Total Burn Care, Saunders. 544:549
127. Blakeney P E.,
and Mayer III W J., - Psichosocial Recovery of Burn Patients and
Reintegration into Society: In Herndon DN, Total Burn Care, Saunders.
556:561
|
|